Miércoles de Teatro en Escena Mazatlán con la obra “Caneros”

Debido al gran éxito en su primera presentación en el Teatro Ángela Peralta y otras siete más en la Ciudad de México, la obra Caneros vuelve a los escenarios en una función más del Festival Internacional de Teatro Escena Mazatlán 2021 que realiza el Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte.

Con la experiencia de los artistas de la Compañía Nacional de Teatro, Ruiz Rábago y José Carlos Rodríguez, sumando el talento de los actores de Iguana Roja, Josar, José Manzanilla y Alejandro Careaga, esta puesta en escena muestra la búsqueda de la libertad, el encuentro con la locura como camino a la liberación del alma y la mente, la purificación del ser y el perdón. Caneros habla de un grupo de personas que, viéndose en situación de cárcel, han encontrado en el teatro un escape de su realidad. Esta obra es resultado de una investigación, en la que a partir de un taller de teatro dentro del penal (Cereso) se analiza la transformación del ser humano a través del arte.

Dentro de sus primeras presentaciones Caneros tuvo éxito total, una obra alabada por la comunidad artística, que recientemente obtuvo un logro más, pues tendrá funciones dentro de la Muestra Nacional de Teatro a realizarse en la Ciudad de México el mes de noviembre.

Esta puesta en escena se presentará este miércoles 06 de octubre, a las 20:00 horas en el Teatro Ángela Peralta, los boletos ya se encuentran a la venta en taquilla, a un costo de 200 pesos entrada general.

Caneros es dirigida por el maestro Ramón Gómez Polo en una coproducción del Instituto de Cultura y la Compañía Nacional de Teatro.

Tres Teatros Tropicales

Publicado originalmente por la revista Paso de Gato y reproducido con su generosa autorización.

Por Juan Esmerio

En 2000 Sergio López publicó Donde mueren las palabras. El Teatro Apolo de Culiacán. Con su gozosa lectura asistimos a la inauguración de un género: el de la investigación cultural. Fue el debut de un historiador que se iba a revelar como un erudito del pasado de Mazatlán y Culiacán durante los siglos xix y xx. Siguió El Teatro Ángela Peralta: del desahucio a la resurrección, joya editorial que debemos a Héctor Mendieta y Vega. Después apareció El Teatro Ángela Peralta de Culiacán Rosales. De trenes, tedio y espectáculos a fines del siglo xix. 3 Esta trilogía es vital para entender nuestras ciudades y la idiosincrasia de sus habitantes. Teníamos presente al Sergio López capaz de construir personajes entrañables, como el adivino Obdulio Pacheco de El jinete de la Divina Providencia; ahora no imaginamos la historia de nuestra cultura sin su biblioteca, sin el conocimiento de archivos y fuentes —librescas y vivenciales— que él posee, y sin su generosidad. El maestro Sergio López es un conversador ameno e infatigable. Esta vez solo hablamos de sus obras referidas a Sinaloa. Entrevista aparte merece Eraclio Bernal: de la insurgencia a la literatura.

Construir un personaje, reconstruir la historia de un teatro y, con ella, la de una ciudad, ¿cómo se dio esa transición de actor a historiador?

Creo que fue el sentido de pertenencia a una ciudad, al gremio de los teatreros, lo que me llevó a preguntarme sobre el pasado teatral que comparto con mis colegas. Encontrar que en Sinaloa se hace teatro —en el sentido europeo del término— desde pocos años antes de 1600, fue verdaderamente relajante. Uno deja de pensar que ha fundado algo, que el teatro empezó cuando dio su primera función. El teatro está y estará antes y después de las primeras personas. Por otra parte, la gente de teatro pasa muchas, muchas horas dentro de esas estupendas cavernas que son los teatros. Al final, todo lo iluminado es devorado por la oscuridad y todo lo pronunciado es comido por el silencio. Pero el recuerdo de aquella función queda en los espectadores. Y algo permanece en la ciudad: la presencia del teatro-edificio como parte importante de su paisaje. De modo que investigar un teatro es estudiar el crucero de lo fugaz con lo permanente. Buscar los emplazamientos del teatro como edificio y los desplazamientos del teatro como arte escénico.

¿Qué nos dicen los teatros de tus libros de la sociedad que los abrigó, de las ciudades que iluminaron y, también, de la ciudad a la que dejaron mutilada con su cierre?

El encuentro del espectáculo con sus espectadores es el núcleo del asunto. Alrededor de ese núcleo crecen las paredes del edificio, se cuelgan los telones y se acomodan los asientos. Y cuando llega el respetable público y empieza la función, la ciudad gira como satélite alrededor del teatro. Así, en un ir y venir del escenario a la urbe y viceversa, es como me gusta estudiar los locales destinados a las artes escénicas. Siempre está la ciudad como telón de fondo para que el teatro-edificio no se quede flotando allá, en el cielo empíreo, en medio de la nada, alejado de los espectadores, que son los que lo hacen estar acá abajo, anclados en tal o cual calle.

¿Escribir la trilogía se debió a un plan preestablecido?

Háblame de la conexión entre los libros. En realidad se trata de una tetralogía no tan planeada. Hay que agregar Teatro Casa de la Paz: mudanzas en el tiempo, 5 donde estudio la relación de un teatro pequeño de la Ciudad de México con el barrio que lo rodea y con las colonias Roma y Condesa. Cada teatro tiene un carácter particular. El Teatro Apolo de Culiacán, por ejemplo, es más ausencia que presencia, estuvo en pie durante 52 años, pero su imagen y su recuerdo han sobrevivido 70 años a la demolición. El caso del Teatro Ángela Peralta, de Mazatlán, tiene un final más feliz. Es el más viejo en el noroeste de México y está funcionando permanentemente. Estuvo a punto de ser demolido, pero fue remodelado y echado a andar de nuevo. El rescate de este local hizo que la gente regresara a la parte vieja del puerto que, por cierto, es una joya casi intacta. Los teatros de Sinaloa tienen en común los ciclones que destruyen sus techumbres y los murciélagos que los habitan por temporadas. Sí, son teatros con mosquitos, cercanos a la fiebre amarilla, a una marisquería y al Trópico de Cáncer.

Dice Leo Eduardo Mendoza que El Teatro Ángela Peralta de Culiacán Rosales se lee también como una novela…

Este teatro fue el más humilde y selvático de todos, al aire libre, hecho de troncos y petates. Hasta tuvo sobrenombre: Teatro Ángela Petates. Fue muy difícil conseguir la información de este local. Parecería que, por pudor, el propio teatro quería esconderse y no salir del olvido en el que se encontraba desde 1886. Lograr esta historia fue toda una aventura, creo que de ahí viene el tono novelesco. También creo que la gente de la escena, después de un buen rato de estar en contacto con la parte literaria del teatro, desarrolla un gusto muy particular por el lenguaje y por cuidar el modo en que refiere las cosas. Se escogen las palabras que se van a decir y la información que se va a ocultar hasta el final, se planean muy bien las comas y se estudian los silencios, se dirigen las miradas. Todo para que el espectador vea emocionado cómo cae el último telón o para que el lector llegue interesado hasta el punto final de un libro. Siempre se trabaja pensando en el otro. En mi caso, no hay ficción en lo que escribo, me importa mucho que la información que comparto sea cierta y verificable. Pero también me interesa que la lectura genere interés, emoción, por eso el resultado suele ser una crónica o algo parecido al relato.

Telón de Olas presenta: “Historias de Mujeres”

Este martes 22 se presentará en el patio del Museo de Arte de Mazatlán, a través del Instituto Sinaloense de Cultura, en su Delegación Sur, un número más de la Temporada Cultural de Otoño 2020, con la obra de teatro “Historia de Mujeres”, protagonizada por Ángela Camacho y Mariela Mexía.

En la puesta en escena se presentan dos historias diferentes de mujeres que se ven afectadas por la cultura patriarcal. La primera de ellas, se trata de un texto adaptado libremente por Aurelio Osuna Jau, del cuento de Cristina Pacheco “¡Sea por Dios y que venga más!”, en el que se abordan las relaciones de codependencia y sumisión.

La segunda historia se titulo “Loba maldita”, en la que una madre ejerce violencia hacia otra mujer al verse afectada la relación con su hijo, representando la violencia del machismo que también existe entre mujeres.

La compañía responsable del montaje es Teatro Telón de Olas, Ángela Camacho y Mariela Mexía, quienes se reúnen nuevamente en este proyecto para hablar de algo que les atañe y les pertenece: la mujer. Ambas han trabajado en varios proyectos independientes de manera conjunta: “Cuentos a todo color”, “Madre coraje” y “Ni princesas ni esclavas”.

El evento se llevará a cabo en el patio del Museo de Arte de Mazatlán, de manera gratuita, el martes 15 de diciembre, en punto de las 19:00 horas. Asimismo, se le pide al público interesado en disfrutar la obra, apartar su lugar en museoartemazatlan@culturasinaloa.gob.mx o bien, estar sujetos a la disponibilidad de espacio, pues se permitirá sólo el 30% de su ocupación.

Un tercio de siglo de quehacer teatral: Entrevista con Fito Arriaga

Publicado originalmente por la revista Paso de Gato y reproducido con su generosa autorización.

Por Juan Esmerio

Rodolfo Arriaga es un hombre de recia personalidad teatral. Su carrera inició en la década de los setenta del siglo pasado, y desde entonces ha sido actor, director, productor, promotor e investigador. Esa fascinación suya por recrear la atmósfera cultural de Culiacán, la ciudad que hizo suya desde los tiempos estudiantiles, lo llevaron a hurgar en el movimiento teatral de los años cincuenta y sesenta del siglo xx.

Reconocido con la Medalla Bellas Artes Xavier Villaurrutia en 2011, es autor de un libro sobre un tema del que solo nos llegaban ecos a través de las voces de los actores más longevos de Sinaloa. En efecto, De la demolición del Apolo a la inauguración del teatro del IMSS. El Teatro en Culiacán de 1951 a 19611 es ese libro que nos habla de las personalidades y los grupos que trabajaron luego de la destrucción del teatro Apolo. Fito Arriaga, su nombre de batalla, es un testigo privilegiado del desarrollo cultural de Sinaloa. La entrevista, no obstante, solo se limitó a ciertos contenidos de su libro.

Llama la atención que mientras el teatro Apolo estuvo en funciones no hubo un movimiento teatral propio.

Tiene que ver con el hecho de que no había una política cultural definida por parte del gobierno mexicano, y seguía dominando el romanticismo decimonónico a través de las grandes divas. Anoto unos nombres: Socorro Astol (madre), Virginia Fábregas, María Tereza Montoya. Este puñado de actrices y divas presentaban óperas y operetas que fueron decayendo en el gusto de la población ante el auge del cinematógrafo y del melodrama ranchero. Paralelamente, el cinematógrafo desplazó al teatro porque el público estaba más interesado en conocer la nueva problemática del México posrevolucionario, que el cine supo aprovechar muy bien creando los nuevos arquetipos del mexicano.

Sobre los escombros del Teatro Apolo de Culiacán se levantaron las carpas de las nuevas compañías. El teatro volvió a ser nómada, hecho que lo fortaleció en por lo menos un aspecto: la inclusión de un público con otro gusto.

Efectivamente, como la gente se volcó al cine, los teatros fueron cerrados y en muchos casos, literalmente demolidos, como el Apolo de Culiacán. Por lo tanto, los cómicos se quedaron sin trabajo y fue de esta manera que surge un periodo importante, donde las carpas van a llenar ese espacio que dejó vacío el teatro, y al que acudían todos los sectores de la población, pero principalmente las clases populares.

Finalmente las carpas también fueron absorbidas por el cine, de tal forma que actores como Medel y Cantinflas se convirtieron en los nuevos ídolos del cine mexicano.

Háblanos de cuatro creadores que influyeron en la nueva visión del teatro en Sinaloa en la década de los cincuenta y sesenta: Socorro Astol, Miguel Tamayo, Roberto Hernández, Pedro Carreón…

Doña Socorro Astol y Manuel Sánchez Navarro eran originarios de México, Distrito Federal, y a causa de un ciclón que destruyó su carpa se quedaron a vivir en Sinaloa. Fueron los grandes impulsores para generar una afición teatral, montando con jóvenes de Culiacán las obras del repertorio que montaban en las carpas, y de otros dramaturgos mexicanos. Su conocimiento del teatro era empírico; sin embargo, aprendieron las técnicas stanislavskianas en los cursos de capacitación que el inba organizaba durante los veranos.

Miguel Tamayo revolucionó el concepto escenográfico que se tenía en aquellos tiempos (telones pintados). Él introdujo la escenografía corpórea que aprendió de gentes como David Antón y Antonio López Mancera. Además, fue un enorme gestor, productor y promotor cultural. Su experiencia como asistente del Indio Fernández la puso al servicio del arte en Sinaloa, donde además fue impulsor de la defensa del patrimonio cultural de Culiacán. Roberto Hernández fue un director que trabajó intensamente en la época de los cincuenta en el Teatro Universitario Sinaloense y posteriormente en el grupo La Escalera. Participó en varios festivales nacionales de teatro adonde llevó la representación de Sinaloa.

Pedro Carreón fue primeramente escenógrafo, con obras como El árbol del buen deseo, El clamor de la tierra y La mujer no hace milagros, entre otras. Con este trabajo ganó el premio a la mejor escenografía en 1958, lo que le valió una beca para estudiar con Antonio López Mancera, el mejor escenógrafo de México.

Lo relevante es que ahí descubrió su vocación por los títeres, donde desarrolló una trascendente carrera. Es posible entender la emergencia de nuevos grupos por el apoyo de instituciones como la Universidad de Sinaloa, el Instituto Nacional de Bellas Artes, el gobierno del estado de Sinaloa y su Centro Cívico “Constitución”, así como del Instituto Mexicano del Seguro Social.

¿Esto constituye el empuje que el teatro sinaloense precisaba?

Definitivamente, la sinergia que se dio entre instituciones como la uas, el inba y el gobierno de Sinaloa y el imss se tradujo en una producción y difusión del teatro sin precedente en la historia de la cultura en Sinaloa. A eso hay que agregar la participación de gentes como Socorro Astol, Manuel Sánchez Navarro, Roberto Hernández, Miguel Tamayo, Pedro Carreón, Pancho Salgado, entre otros.

Esto dio magníficos resultados en muestras y festivales estatales y regionales y en un crecimiento del público para el teatro en Culiacán.

Conociste y trabajaste con por lo menos dos de estos creadores: Miguel Tamayo y Pedro Carreón. ¿Cómo influyó en el joven Rodolfo Arriaga su visión de la cultura, de la vida?

También trabajé con doña Socorro y don Manuel en su penúltimo montaje. El legado más importante de estos creadores, para mí y para generaciones de nuevos actores y dramaturgos, fue la honestidad, la disciplina y el gusto con el que hacían su trabajo. Tenían un gran respeto por el escenario y por el espectador. Además eran muy trabajadores: producían tres obras al año; la constancia por más de 30 años estuvo presente para deleite del público y los actores que ahí participamos. Y obviamente eran extraordinarios seres humanos.

La obra de Teatro Sazonas este miércoles en Casa Hass

Este miércoles 15 de marzo las actrices porteñas Eva Audelo, Ángela Camacho y Ligia Sarmiento,  de la compañía Cuchitril Teatro, regresan a Casa Haas para mostrar la fuerza interna de las mujeres mexicanas a través de la tragicómica puesta en escena “Sazonas”.

La función será a las 19:00 horas y en ella los personajes hacen una crítica social de las carencias, marginación y soledad que forman parte de la vida diaria de muchas mujeres del país.

“Sazonas” es una puesta en escena del dramaturgo mexicano Víctor Hugo Rascón Banda, que se presenta por segunda vez en el puerto a través del apoyo del Instituto de Cultura de Mazatlán, dirigido por Raúl Rico González.

Durante la trama tres mujeres evocan el sazón que las une a sus recuerdos, a la mezcla de ingredientes que resume una parte de su vida: la soledad, el ser amado, la sobrevivencia y la gratitud.

Cuchitril Teatro repetirá la presentación de “Sazonas” el miércoles 22 de marzo en Casa Haas. Bolestos $100.00 (dos por uno con credencial de estudiante), disponibles en la taquilla del Teatro Ángela Peralta en horario de 9:00 a 15:00 horas y de 17:00 a 19:00 horas. Mayores informes en el teléfono 9 82 44 44. Ext. 103.

Festival Cultural Sinaloa presenta: La indescriptible (la mas fea) de la compañía de Teatro TATUAS

El Taller de Teatro de la UAS (TATUAS) Sinaloa presenta: La indescriptible (La más fea), Lunes 17 de Octubre, 20:00 hrs. Teatro Angela Peralta

La maternidad, el amor a lo extraordinario y la vida cotidiana de las jóvenes parejas de nuestro tiempo se abordan desde el humor y la nostalgia, escribe Cutberto López. Marisol y Javier son una joven pareja que se enfrenta a la incertidumbre de ser padres. Ante el miedo se descubre un mundo paralelo donde los temores se gestan y Julia Pastrana vuelve a la vida a través de Marisol. Julia Pastrana, quien es un alma errante, regresa a recuperar el recuerdo de su hijo. Despierta después de la muerte y revive a la vez a Theodor Lent, quien fue por muchos años el único capaz de estar cerca de ella sin sentir repulsión. La indescriptible, como la llama Theodor, vuelve de la muerte para huir de la tierra a donde no pertenece. La indescriptible une a dos madres que viven en la incertidumbre por sus hijos. El miedo, que resulta indescriptible, las une a pesar de los siglos.

La vida de Julia Pastrana este Viernes en el Festival Cultural Sinaloa

*Alberto Solián presenta este viernes 14 de octubre

a las 20:00 horas en el Teatro Ángela Peralta

Continúan las actividades dentro del Festival Cultural Sinaloa 2016 en Mazatlán, que organiza el Instituto Sinaloense de Cultura, este viernes 14 de octubre se presenta la Compañía de Teatro Sin Espacio con la puesta en escena La Repatriación de Julia Pastrana de Antonio Zúñiga, en el Teatro Ángela Peralta a las 20:00 horas.

Como sinaloense, algún día habrá escuchado el nombre Julia Pastrana, pero no muchos conocen la historia de esta mujer que impacta por su vida, marcada por una enfermedad llamada hipertricosis oleaginosa gingival, mejor conocida como el síndrome de la mujer lobo, que la volvió atractiva para el circo de horror de los años 50’s.

Julia Pastrana fue exhibida en Nueva York, Berlín, Viena y Moscú. Vendida y comprada, fue tratada como mercancía y aun así logró convertirse en una artista exitosa, siendo hasta nuestros tiempos recordada y admirada.

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Esta interesante puesta en escena parte del proceso de repatriación de la sinaloense

Julia Pastrana a más de 150 años de ser embalsamada. El sueño oscuro de la morbosidad. La ficción inicia de la búsqueda de trascendencia de un personaje que ve en Julia un espejo, un espejo que le regresa la conciencia, la transformación del ser.

Teatro para toda la familia este fin de semana

El Instituto de Cultura de Mazatlán presenta Mía, espectáculo teatral para toda la familia con la actuación de Giovanny Armenta Sánchez y Dulce María Prado Guzmán. Las funciones son el sábado 8 y domingo 9 de octubre en Casa Haas a las 10:00 y 12:00 horas.

El daño que sufren los hijos debido a la violencia intrafamiliar, aborda esta obra de teatro infantil escrita por la dramaturga y actriz Amaranta Leyva.

En la obra Mía protagonizada por Dulce María Prado Guzmán, es una niña de ocho años que sufre heridas emocionales por las discusiones y agresiones entre sus padres, para quienes el divorcio parece ser la única salida.

Acompaña a Mía, Sinforoso, el amigo de la infancia, una marioneta, con la cual la niña establece un diálogo de alcances insospechados.

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Esta puesta en escena es el primer montaje del actor Giovanny Armenta, como productor y director de teatro.

La obra es un llamado a la reflexión de los padres, a la importancia de dialogar para resolver los

conflictos y escuchar y valorar los sentimientos de los hijos.

Los boletos para Mía cuestan 70 pesos, disponibles en la taquilla del Teatro Ángela Peralta en

horarios de 9:00 a 15:00 horas y de 17:00 a 19:00 horas. Mayores informes al número 982 44 46 ext 103. Cupo limitado.

Escena Mazatlán 2016 a la vuelta de la esquina

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Con la actuación de compañías de España, Brasil y México, del 23 de septiembre al 1 de octubre se llevará a cabo la VI edición del Festival Internacional de Teatro “Escena Mazatlán 2016”.

 El festival de teatro es organizado por el Instituto de Cultura de Mazatlán bajo la dirección general de Raúl Rico González, quien acompañado por el Alcalde Carlos Felton González,  anunció la programación de ésta celebración durante una rueda de prensa realizada en el foro del Teatro Ángela Peralta.

 En Escena Mazatlán 2016 alrededor de 48  actores, entre ellos figuras destacadas del teatro, cine y televisión como las primeras actrices Helena Rojo y Norma Herrera; Julissa, Benny Ibarra, Fernanda Castillo y Erik Hayser -de la Serie el Señor de los Cielos-    ofrecerán 8 atractivas propuestas de la dramaturgia contemporánea.

 La programación incluye la impartición  de los talleres: “Investigación y creación actoral colectiva” el 24 y 25 de septiembre a las  a cargo de los españoles María Prado y Fernando Retes –de la compañía Cuartoymitad Teatro-; “La confabulación del juego”, impartido por Saúl Enríquez (México) del 28 al 30 de septiembre, ambos en el Museo de la Música de 9:00 a 13:00 horas   y la conferencia “Teatro de investigación” dictada por la Dra. Nara Salles, de Brasil,  el martes 27 de septiembre a las 18:00 horas en la Galería Ángela Peralta.   Entrada gratuita, cupo limitado.

La inscripción a los talleres cuesta 700 pesos pero los estudiantes solo pagarán  400 pesos.   Si participan en 2 talleres el costo será de 1 mil pesos y 600 para estudiantes.

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