Con su boca y pincel pinta para incluirse y trascender a través del arte

Trascender a través del arte no es facil para Gabriel. El camino ha sido duro, largo y frustrante, pero el presente es gozoso, esperanzador y gratificante.

Gabriel Cortés Gutiérrez tiene una discapacidad motora. Pese a ello desde niño su familia nunca lo mantuvo encerrado, al contrario lo ayudó a socializar, salía a la calle y jugaba con sus amigos que lo trataban como a cualquier persona.

Diagnosticado desde su nacimiento con ‘artrogriposis’, – grupo de trastornos musculares que provocan rigidez en las articulaciones y desarrollo muscular anormal-, Gabriel pudo superar esa discapacidad con el apoyo de la familia.

A la fecha ha logrado desarrollar su talento y creatividad en el arte pictórico, estudia en la Escuela de Artes Plásticas del Instituto de Cultura de Mazatlán, expone y vende sus obras en galerías de México, Estados Unidos, Europa y Asia y forma parte de la Asociación Nacional de Pintores con la Boca y con el Pie.

De su infancia tiene buenos recuerdos y de su vida adulta también, pues los amigos y la familia nunca han dejado de estar presentes, al grado de que la recomendación de un amigo fue fundamental para que incursionara en el mundo de la pintura y se inscribiera en la Escuela de Artes Plásticas del Centro Municipal de las Artes del Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán.

Apoyado en su silla de ruedas recorre el centro de Mazatlán y el malecón. Los martes y jueves llega al Centro Municipal de las Artes donde estudia pintura desde hace aproximadamente cinco años, aunque aclara que pinta desde hace como 18 años.

Se inscribió en el CMA por sugerencia de unos amigos, quienes le recomendaron estudiar pintura con el maestro Miguel Flores. En sus inicios no imaginó que sus obras traspasarían las fronteras de México y lograría venderlas en tres continentes.

Entrevistado mientras mueve su cabeza para que el pincel colocado en su boca dé los últimos trazos a su obra, – un caballo brioso que representa la fuerza y el azul acuoso del mar de Mazatlán-, el talentoso artista plástico responde que su pasión por la pintura surgió de ‘una idea descabellada’ y también por consejos de un amigo.

“Él me regaló un paquete de pintura al óleo, una brocha y unos cuantos lienzos y un día agarré uno y me puse (a pintar) y desde ahí me considero pintor”.

“El proceso (ha sido) muy frustrante al grado de…no sé si me nota tengo parálisis facial de un estrés a causa de la pintura pero todo bien”, comenta despreocupado.

Junto a Beatriz Ramírez, su esposa que lo ha acompañado, admirado y apoyado desde hace 14 años, Gabriel afirma que sí se puede vivir de las artes.

“Si la pintura le agrada a la gente, sí se puede vivir del arte. Hasta ahorita mi trabajo ha llegado a Suiza, a Taiwán, en Guadalajara tengo una exposición y en la Ciudad de México”.

Beatriz comenta que Gabriel expuso la pintura de una Virgen de Guadalupe en el Museo de la Basílica de Guadalupe y actualmente participa en una exposición en Toluca, Estado de México; en Guadalajara, en Taiwán y en Los Ángeles, California.

-¿Qué es más bonito, que su obra llegue a Suiza o a la Basílica ante la virgen? Bueno, son tantos lugares donde ha llegado mi pintura que hasta se me olvida (pero) hasta donde pueda llegar es la recompensa.

Gabriel invierte de 15 a 20 minutos para trasladarse de su casa a la escuela. La silla eléctrica ha sido un gran apoyo para no depender de la gente, aunque admite que no todos tienen este recurso para moverse.

“Yo atravesé por ese camino de que no hacía nada y no tenía en qué moverme pero mi familia gracias a Dios ha sabido superarse, aunque cuando yo estaba pequeño no tenía capacidad para tener digamos ese lujo, porque es un lujo tener una silla eléctrica”.

Finalmente Gabriel dimensiona el valor de promover las artes e invita a las personas con capacidades diferentes a asistir al CMA, que no se den por vencidos, que traten de echarle ganas en la medida que ellos puedan, pues el mundo de las bellas artes es gratificante, terapéutico “Es una forma de distraerse y no estar en la casa encerrados”.

Ana Lucía busca el apoyo de todos para asistir al curso que impartirá La Academia de Ballet Bolshoi

Ana Lucía González no ceja en el intento de alcanzar el sueño de convertirse en bailarina profesional, por eso no deja de estudiar y ya hace maletas para cruzar el Atlántico y llegar a Florencia, Italia donde tomará un curso impartido por la Academia del Ballet Bolshoi, institución de gran tradición y prestigio mundial.

El pasado mes de marzo Ana Lucía viajó a la Ciudad de México y allí conoció a Dmitry Povolotsky quien le hizo una audición la cual acreditó para asistir a Italia en Julio.

El campamento en Florencia será del 17 al 28 de julio y para cubrir los gastos del viaje y su estancia en el viejo continente, la joven de 14 años, realizó un desayuno, y próximamente hará una rifa, pues necesita más de 40 mil pesos, cantidad que solo cubre su estancia en el campamento, más los gastos que genere viajar a Europa.

Ana Lucía dijo sentirse agradecida pues después de solicitar apoyo social a través de una rueda de prensa, recibió aportaciones económicas y algunas personas se comprometieron a cooperar.

Compartió que el 30 de Junio se realizará una rifa con la Lotería Nacional. La meta es vender 500 boletos y cada boleto cuesta $100.00. El primer lugar ganará un fin de semana en el Courtyard by Marriot; el segundo lugar obtendrá $1000.00 en consumo en La Tostadería del Mar y se rifará una charola de Sushi Xipada con valor de $500.00.

“Necesito alrededor de 43 mil pesos ya que estaré alrededor de dos semanas en Italia”, exclamó.

Para llegar fortalecida y con mejor nivel al curso Ana Lucía se prepara intensamente en todos los ámbitos; las clases a las que asistirá en Florencia las dan maestros de la Academia del Ballet Bolshoi con sede en Moscú, Rusia; la escuela goza de alto prestigio por la calidad de sus docentes.

Sergio Freeman el nuevo director de la Camerata Mazatlán

El pasado martes el Lic. José Ángel Tostado Quevedo, Director del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán presentó al maestro Sergio Freeman Osuna como el nuevo director de la Camerata Mazatlán.

Tostado Quevedo precisó que el cambio obedece al reforzamiento de la agrupación, en busca de oficializarla como “Orquesta Filarmónica”, y a la petición del Maestro Héctor Javier Reyes Bonilla quien fungía como director, de prescindir de ese cargo para enfocar toda su capacidad en la Coordinación de la Escuela de Música del Centro Municipal de Artes.

José Ángel Tostado reiteró su compromiso con los músicos integrantes de continuar impulsando la cultura y las artes en el Puerto, encomienda que ha mantenido firme el Alcalde de Mazatlán, Químico Luis Guillermo Benitez Torres.

Entre la formación musical de Sergio Freeman Osuna destaca el estudio en la Universidad Veracruzana. Maestría en Dirección Orquestal (2019-2020); Estudio de la Ópera de Bellas Artes. Pianista Preparador (2018); University of Texas at Austin. Maestría en Interpretación Musical. (2010); Escuela Superior de Música de Mazatlán. Licenciatura en Música. (2005 – 2009); y Escuela de Música “Mtro. Enrique Patrón de Rueda”. Grado Técnico en Música (2002 – 2005).

Profesionalmente ha sido Director Concertador de “Carmina Burana” en el Foro Boca; Preparador de producciones como “Don Giovanni” junto a la Orquesta Sinfónica de Yucatán, “Elisir d’amore” junto a la Camerata de Coahuila”. Diversos conciertos como pianista/vocal coach de Galas operísticas en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, Teatro del Bicentenario, entre otros. (2018); Clarinetista principal en Camerata Mazatlán. (2011 – 2018). Se ha presentado en las temporadas regulares dentro de conciertos sinfónicos, galas de ópera, zarzuela, música popular; Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes, músico invitado (2006 – presente); Pianista de la producción “La Traviata” en Mazatlán (2016). Entre otros.

Entre sus logros también destacan Becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes dentro de la categoría de Jóvenes Intérpretes. (2006–2007; 2009-2010; 2012-2013); Premio al Mérito Artístico Juvenil 2007 otorgado por el H. Congreso del Estado de Sinaloa; y Primer lugar en el concurso “Amigos de la ópera” (2005).

“Crecí con música y voy a morir con ella”: Mariana Pamplona

La conexión de Mariana Pamplona con la música se remonta a tres generaciones de su familia. Su gusto por la banda sonora de las películas, en especial la música de Hollywood, fortaleció su vocación y su visión de lo que debe ser una producción. Durante su trabajo ha transitado por el jazz, el bolero y la balada. De su más reciente video, de sus ocupaciones en la música y de otros temas habló la cantante mazatleca con AgendaMZT. Le damos espacio a su hermosa voz.

Mariana Pamplona: Soy de una familia musical. Mi abuelo fue pianista, era buen músico de oído, tocaba además el acordeón, la guitarra, la armónica. Cantaba muy bonito. Mis tíos y mi mamá heredaron ese talento. A mí, como parte de una tercera generación, también me llega. Yo he crecido con la música. 

Al cumplir los 15 años mi tía Irma Pamplona me regaló un viaje a Nueva York y ahí fue donde me di cuenta que quería dedicarme a esto. Anteriormente veíamos películas de Broadway y musicales, pero ese viaje me marcó. 

Cuando llegué a la mayoría de edad decidí irme a la Ciudad de México a estudiar la licenciatura en Arte Teórico, a la par inicié con el canto de la mano de Willie Gutiérrez. Durante 8 años estuve de lleno en sus clases. Actualmente estoy con la maestra Rebeca Castillejos.

¿Cómo conectaste con el mundo del jazz?

Fue algo paulatino, he realizado diversas audiciones para musicales. El primer casting que hice fue para el espectáculo que montó Beto Castillo para una convención de Mary Kay. Fue la primera vez a nivel profesional que pisé un escenario y donde tuve la oportunidad de estar en una producción espectacular. Ese fue el primer proyecto donde recibí un sueldo.

He cantado en recitales, en diversos géneros como balada, bolero. Ahí es donde te van conociendo, los músicos te van jalando. 

Inicié en el jazz porque va a la par con el teatro musical clásico, desde la estructura armónica y escrita; están hermanados.

Eres mezzosoprano, ¿es una tesitura buena para el jazz?

Yo creo que todas las tesituras tienen lo suyo. En el jazz hay cosas para sopranos, para mezzos. No es tanto el tono de tu voz, sino el cómo la uses y el cómo colorees cada canción y la puedas desarrollar.

¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a la música?

Llevo en la Ciudad de México 10 años, y 6 dedicándome a la música.

¿Has estado en algún musical?

Sí, antes de la pandemia hicimos un musical que se llama Crimen, pasión y boleros. La radionovela de México. Es un musical que trata sobre la radionovela en nuestro país. En la historia somos actores que llegan a la XEW y debemos leer un guion cuyo título es ¿Quién mató a Ignacio Lara? En el transcurso de la radionovela cantamos boleros. Es un musical policiaco, ya está montado, pero estamos esperando que pase la contingencia para retomarlo. 

Al cumplir los 15 años mi tía Irma Pamplona me regaló un viaje a Nueva York y ahí fue donde me di cuenta que quería dedicarme a esto.

¿Cómo sobrevives en la contingencia?

Me han salido muchos trabajos de estudio. La misma persona que me grabó mi primer álbum, Mauricio Ramos, me ha invitado a colaborar para doblar voces, hacer coros, además de realizar transmisiones en vivo. Esto último ha sido difícil porque la gente tiene muchas opciones en streaming; sin embargo, la gente no ha dejado de hacer donativos en las transmisiones. También estoy con un grupo donde canto covers de Creedence, Bee Gees, entre otros. En algún momento realizamos una rifa de una presentación en vivo de nosotros. Lo cierto también es que mi mamá me ha apoyado muchísimo.

¿Te has asomado a la docencia?

No tengo mucha paciencia. Yo me dedico a la música porque es la manera de comunicarme. Me cuesta mucho trabajo expresar lo que estoy sintiendo o pensando. Respeto a la docencia, en el caso del canto le tengo mucho respeto a los maestros, no es fácil tomarle la voz a alguien e irla puliendo.

Cuéntanos de tu primera producción.

Se llama Escúchame. Son seis temas inéditos con un sonido comercial. Mucha gente considera el jazz como un género complicado, pretencioso. Yo no quiero hacer eso. Por eso buscamos hacer pop. Son 6 temas inéditos de Mauricio Ramos y un cover de Álvaro Carrillo. 

Lo estuve postergando por la carga de trabajo que tuve en el 2019. La pandemia me abrió los ojos para poder hacer las cosas para las que no me daba tiempo.

Mi familia me ha apoyado mucho en la promoción de mi primer material. Tenemos que buscar la manera de seguir haciendo lo que nos gusta. No me hago haciendo otra cosa, crecí desde niña con la música y voy a morir con ella.

¿Tuviste instrucción musical previa a tu partida a la Ciudad de México?

Estudié clases de danza, pero lo clásico era en las navidades, con los primos organizábamos todo tipo de obras y fue como me introduje, además de oír la música de las películas.

¿Has tomado clases con Iraida Noriega?

No he tenido oportunidad de tomar clases con la maestra, una de las figuras más representativas del jazz en México. En Mazatlán tuve la oportunidad de cantar jazz en el Festival Chilo Morán gracias a la invitación de los músicos Omar Ríos, Ignacio Chávez y Alberto López. No he tenido la oportunidad de seguir con el jazz. Si el mundo de la música es pequeño, el jazz es mucho más pequeño.

¿Has buscado hacer ensambles o trabajar con grupos? 

He hecho audiciones enfocándome en el teatro musical. Cuando estás en lo profesional debes dedicarte solamente a un proyecto. Con el grupo que trabajo nos va bien, tenemos tiempo para hacer proyectos alternos. 

¿El medio musical en la CDMX es cerrado?

Es difícil que te tomen en cuenta. A las audiciones vamos los mismos. Es un círculo muy cerrado, pero se va abriendo poco a poco, vas demostrando que sí puedes y vas agradeciendo la oportunidad que te dan los productores. El trabajo para los artistas es limitado, así que es muy peleado. 

¿Es una carrera de resistencia?

Tengo 6 años en el medio picando piedra, pero te topas con personas que llevan 10 años y no pasa nada. Es cuando te cuestionas porque hay que comer, pagar una renta. El medio es injusto, ves compañeros que son súper talentosos, pero hay quien se rinde porque tocas puertas y duele que te digan que no muchas veces.

¿Cuáles son tus planes?

Vivir de la música. Me gustaría estar en el teatro musical y a largo plazo entrar a producción, estar en estudio con otros artistas, colaborar con ellos. Ya que termine la pandemia iniciar conciertos y presentaciones.

¿Se te ha ocurrido estar en un reality show?

No me veo en un reality. No tengo la personalidad. Tengo muchos amigos que han entrado. Ha de ser muy padre la experiencia, pero me gustaría que mi carrera fuera por trayectoria, no por un concurso. 

Conozco muchos cantantes, buenos cantantes, y quedan fuera. A veces pasa que ganan. Es como llamarada de petate, y no pasa nada. Es muy arriesgado. Puede funcionar estar en una reality como promoción, pero para hacer una carrera y despegar, no creo que funcione.

¿Te pasa por la mente regresar a Mazatlán?

¡Claro! Hay mucha actividad en Mazatlán, la temporada de los americanos reactiva la economía y hay muchos grupos en restaurantes. Pero la verdad es que allá está la competencia, las productoras. Todo. 

¿Dónde podemos escuchar tu nuevo material musical?

Estamos en todas las plataformas digitales. Filmamos en Mazatlán el sencillo “Escúchame”. Es una canción de agradecimiento. Estoy muy orgullosa de ser de Mazatlán. La gente de la Ciudad de México no lo entiende, pero aquí todo es mejor: la comida, el clima y hasta la forma de vivir es mejor ¡y es real! Yo quería hacer un homenaje a mi ciudad, por eso el video lo grabamos aquí. Tuvimos como locaciones la Plazuela Machado, el corazón del Paseo del Centenario y el Teatro Angela Peralta. La producción es totalmente mazatleca, la hizo Carlos Cervantes, que trabaja con la Arrolladora. Se hizo una convocatoria para los músicos mazatlecos que fueron parte del video. 

La ópera no está muerta: Jorge Echeagaray

El tenor Jorge Echeagaray ganó por segunda ocasión el Mérito Juvenil en la categoría de Arte y Cultura que otorga el Instituto Municipal de la Juventud de Mazatlán. Con ese motivo AgendaMZT charló con el tenor, quien en esta entrevista nos cuenta sobre sus inicios en un coro escolar, cómo el canto es parte esencial de su estilo de vida, y de su trabajo como productor independiente. 

por Paulina María Rueda

¿Cómo descubres que tienes voz para el canto?

Por azares del destino. En el colegio SAM la maestra Vadillo me alineó en el coro. Fue ahí donde comencé a trabajar el canto.

¿La maestra Cristina Vadillo fue quien descubrió que tenías una voz apropiada?

Sí, ella fue la que me dijo que tenía voz. En ese tiempo yo cantaba banda, pero me dijo que mi voz no era para cantar con banda, que podíamos educarla para otro tipo de género, y entonces me invitó a trabajar con ella. El Colegio SAM me becó y durante 6 años estuve bajo su tutela.

Después me vine al Centro Municipal de Artes con el maestro Antonio González, con la maestra Martha Félix y el maestro Enrique Patrón De Rueda. También estuve en clases con Penélope Luna y Armando Piña.

La maestra Cristina Vadillo también descubrió el talento de otros cantantes que han tenido notoriedad…

Claro. Está Carlos Osuna, el Sopi, como le decíamos, Karla Muñoz, Darinka Olmos y Sarah Holcome. Fue la última generación de cantantes profesionales que la maestra Cristina tuvo la oportunidad de instruir. 

¿Y cómo fue que te enamoraste de la ópera?

Poco a poco. La maestra Cristina nos ponía coros ligados a la ópera en el Centro Municipal de Artes. En el CMA es completamente ópera, te envuelves el personaje, haces tuya la escenografía, respetas la preparación que tienen los solistas, los coristas, la orquesta, el director. Por ahí dicen que es el arte más completo: integra música, danza, teatro, todas las artes que estimulan la imaginación. Creo que poco a poco te va envolviendo y cada vez se hace mejor a pesar de que es un género muy exigente.

Los artistas estamos en constante movimiento

¿El gusanito por cantar banda quedó atrás?

Se me antoja cantar banda. Banda, norteño, mariachi, todo lo que se pueda cantar. Con todo el gusto yo le entro, sin ningún problema.

¿Consideras que los cantantes de banda necesitan mejorar su técnica?

Sí. Ahorita que trabajo en la Escuela de Tambora Sinaloense “Germán Lizárraga” estoy tratando de implementar nuevas técnicas para que puedan trabajar de manera correcta su voz y que puedan cantar muchos años, que no se les acabe la carrera. Estamos dejando nuestro granito de arena, ayudándoles con buenas técnicas de respiración, una buena colocación y afinación. No es mi intención cambiar el estilo de los alumnos, pero como todos los géneros la banda también está evolucionando.

¿Cómo empieza la carrera como solista de un cantante? 

Puede ser por medio de un padrino, puede ser buscando apoyos federales, municipales, estatales. Buscando patrocinadores a los que les guste lo que tú haces y que tengan la manera de ayudarte. La docencia es parte del oficio del canto. Los talleres y cursos que puedas dar te servirán para solventar gastos cuando tengas que salir a otra ciudad o al extranjero a las audiciones.

¿Vale la pena seguir apostándole a la ópera? 

Yo siento que sí. Es un género que tiene 100 o más años dando frutos; ha pasado por pandemias, guerras y no deja de funcionar. Siempre habrá alguien quien quiera escucharla y quien desee interpretarla. La ópera no está muerta. No es común, sí, pero está llena de muchas cosas muy buenas. Trabajar en ella es algo muy padre. ¿Hay problemas? Sí, como en todo el mundo de la música, ahora más debido a la pandemia, pero será complicado que desaparezca. 

¿La ópera necesite renovarse? Siempre estamos escuchando el mismo catálogo de óperas.

Wagner, Puccini, Verdi, Mozart, todos ellos tienen años escuchándose. No podemos quitarlos nada más por que sí. Son autores que se han escuchando y son garantía. La ópera contemporánea habrá que ver qué tan bien está realizada. Hay obras que no tienen ni pies ni cabeza. ¿Habrá quién les dé la oportunidad? No lo sé. La gente está acostumbrada a escuchar lo clásico. Se tiene que trabajar en tener un público que tenga la disponibilidad de escuchar el trabajo de los nuevos compositores. 

Cuéntanos sobre Los Tenores del Norte. 

El proyecto nació para acercar al público a la ópera. En él combinamos el bell canto con la música norteña, desde arias clásicas hasta los éxitos de Ramón Ayala. 

Estoy involucrado en la producción y difusión, desde la escenografía y el audio hasta el contacto con los medios de comunicación. Esa experiencia la adquieres cuando trabajas de manera independiente. Como empresario tú pones el precio del boleto, los errores son pérdidas tuyas y de nadie más. Eso te forja como artista. 

Con Snow Ball he producido ópera sin glamour, conciertos navideños, conciertos de boleros. Gracias al empuje de mi esposa nos hemos podido presentar en diversos festivales en Durango, Sonora y Jalisco. 

Tu trabajo musical se encuentra en plataformas digitales, ¿has grabado un disco?

Ya tengo un disco grabado. Estoy con una empresa en el proceso de concretar para el próximo año la salida en todas las plataformas digitales de ese material; iTunes, Spotify, Youtube. Todavía estamos con el pendiente de si vamos o no. Es un disco grabado con Carlos Sarabia con mariachi. 

La pandemia ha hecho que los artistas exploren el mundo virtual como medida de sobrevivencia…

Los artistas estamos en constante cambio. Afortunadamente descansé mi voz antes de la pandemia. Han sido años de mucho trabajo. En el receso conocí a través de redes sociales a mi actual maestro, Carlos Conde, quien me ha ayudado mucho.

Se me han abierto puertas para la docencia en la Escuela de Tambora Sinaloense “Germán Lizárraga”. Además estoy esperando los resultados en el Ópera Estudio Beckmann de Tequila, Jalisco. 

¿Cuántos maestros has tenido desde que iniciaste?, ¿consideras que es necesario cambiar luego de un tiempo determinado?

Varios. He asistido a talleres y cursos. Siempre he sido sincero con mis alumnos, y cuando ya no tengo más que enseñarles se los digo. Es lo mismo que pasa con uno. Habrá quien le funcione el mismo, pero yo he cambiado de cuerda, de ser barítono a tenor. Creo que hay que buscar quien te guíe y ayude a hacer las cosas bien, para que la cuestión física y vocal estén bien y no haya lesiones. Hay que buscar hasta que encuentres quien entienda como trabaja tu cuerpo.

¿Qué te provoca ver a los jóvenes que desean entrar al mundo del canto?

Es algo maravilloso. Alguna vez me pregunte: ¿qué haría si ya no cantara? Se convirtió en mi estilo de vida; cuánto duermes, como te cuidas, el ejercicio que haces, el tiempo que estudias, cuánto vocalizas. Sea banda, norteño, al estar en constante preparación vas a encontrar el punto exacto de lo que necesitas y quiere la gente.

¿Es importante estudiar?

Sí, las facultades natas se acaban, es necesario tener una técnica para no lastimarte. Recomiendo a los jóvenes que se busquen un maestro que los guíe y con que se sientan cómodos. 

CLOSE
CLOSE