“Crecí con música y voy a morir con ella”: Mariana Pamplona

La conexión de Mariana Pamplona con la música se remonta a tres generaciones de su familia. Su gusto por la banda sonora de las películas, en especial la música de Hollywood, fortaleció su vocación y su visión de lo que debe ser una producción. Durante su trabajo ha transitado por el jazz, el bolero y la balada. De su más reciente video, de sus ocupaciones en la música y de otros temas habló la cantante mazatleca con AgendaMZT. Le damos espacio a su hermosa voz.
Mariana Pamplona: Soy de una familia musical. Mi abuelo fue pianista, era buen músico de oído, tocaba además el acordeón, la guitarra, la armónica. Cantaba muy bonito. Mis tíos y mi mamá heredaron ese talento. A mí, como parte de una tercera generación, también me llega. Yo he crecido con la música.
Al cumplir los 15 años mi tía Irma Pamplona me regaló un viaje a Nueva York y ahí fue donde me di cuenta que quería dedicarme a esto. Anteriormente veíamos películas de Broadway y musicales, pero ese viaje me marcó.
Cuando llegué a la mayoría de edad decidí irme a la Ciudad de México a estudiar la licenciatura en Arte Teórico, a la par inicié con el canto de la mano de Willie Gutiérrez. Durante 8 años estuve de lleno en sus clases. Actualmente estoy con la maestra Rebeca Castillejos.
¿Cómo conectaste con el mundo del jazz?
Fue algo paulatino, he realizado diversas audiciones para musicales. El primer casting que hice fue para el espectáculo que montó Beto Castillo para una convención de Mary Kay. Fue la primera vez a nivel profesional que pisé un escenario y donde tuve la oportunidad de estar en una producción espectacular. Ese fue el primer proyecto donde recibí un sueldo.
He cantado en recitales, en diversos géneros como balada, bolero. Ahí es donde te van conociendo, los músicos te van jalando.
Inicié en el jazz porque va a la par con el teatro musical clásico, desde la estructura armónica y escrita; están hermanados.
Eres mezzosoprano, ¿es una tesitura buena para el jazz?
Yo creo que todas las tesituras tienen lo suyo. En el jazz hay cosas para sopranos, para mezzos. No es tanto el tono de tu voz, sino el cómo la uses y el cómo colorees cada canción y la puedas desarrollar.
¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a la música?
Llevo en la Ciudad de México 10 años, y 6 dedicándome a la música.
¿Has estado en algún musical?
Sí, antes de la pandemia hicimos un musical que se llama Crimen, pasión y boleros. La radionovela de México. Es un musical que trata sobre la radionovela en nuestro país. En la historia somos actores que llegan a la XEW y debemos leer un guion cuyo título es ¿Quién mató a Ignacio Lara? En el transcurso de la radionovela cantamos boleros. Es un musical policiaco, ya está montado, pero estamos esperando que pase la contingencia para retomarlo.
Al cumplir los 15 años mi tía Irma Pamplona me regaló un viaje a Nueva York y ahí fue donde me di cuenta que quería dedicarme a esto.
¿Cómo sobrevives en la contingencia?
Me han salido muchos trabajos de estudio. La misma persona que me grabó mi primer álbum, Mauricio Ramos, me ha invitado a colaborar para doblar voces, hacer coros, además de realizar transmisiones en vivo. Esto último ha sido difícil porque la gente tiene muchas opciones en streaming; sin embargo, la gente no ha dejado de hacer donativos en las transmisiones. También estoy con un grupo donde canto covers de Creedence, Bee Gees, entre otros. En algún momento realizamos una rifa de una presentación en vivo de nosotros. Lo cierto también es que mi mamá me ha apoyado muchísimo.
¿Te has asomado a la docencia?
No tengo mucha paciencia. Yo me dedico a la música porque es la manera de comunicarme. Me cuesta mucho trabajo expresar lo que estoy sintiendo o pensando. Respeto a la docencia, en el caso del canto le tengo mucho respeto a los maestros, no es fácil tomarle la voz a alguien e irla puliendo.
Cuéntanos de tu primera producción.
Se llama Escúchame. Son seis temas inéditos con un sonido comercial. Mucha gente considera el jazz como un género complicado, pretencioso. Yo no quiero hacer eso. Por eso buscamos hacer pop. Son 6 temas inéditos de Mauricio Ramos y un cover de Álvaro Carrillo.
Lo estuve postergando por la carga de trabajo que tuve en el 2019. La pandemia me abrió los ojos para poder hacer las cosas para las que no me daba tiempo.
Mi familia me ha apoyado mucho en la promoción de mi primer material. Tenemos que buscar la manera de seguir haciendo lo que nos gusta. No me hago haciendo otra cosa, crecí desde niña con la música y voy a morir con ella.
¿Tuviste instrucción musical previa a tu partida a la Ciudad de México?
Estudié clases de danza, pero lo clásico era en las navidades, con los primos organizábamos todo tipo de obras y fue como me introduje, además de oír la música de las películas.
¿Has tomado clases con Iraida Noriega?
No he tenido oportunidad de tomar clases con la maestra, una de las figuras más representativas del jazz en México. En Mazatlán tuve la oportunidad de cantar jazz en el Festival Chilo Morán gracias a la invitación de los músicos Omar Ríos, Ignacio Chávez y Alberto López. No he tenido la oportunidad de seguir con el jazz. Si el mundo de la música es pequeño, el jazz es mucho más pequeño.
¿Has buscado hacer ensambles o trabajar con grupos?
He hecho audiciones enfocándome en el teatro musical. Cuando estás en lo profesional debes dedicarte solamente a un proyecto. Con el grupo que trabajo nos va bien, tenemos tiempo para hacer proyectos alternos.
¿El medio musical en la CDMX es cerrado?
Es difícil que te tomen en cuenta. A las audiciones vamos los mismos. Es un círculo muy cerrado, pero se va abriendo poco a poco, vas demostrando que sí puedes y vas agradeciendo la oportunidad que te dan los productores. El trabajo para los artistas es limitado, así que es muy peleado.
¿Es una carrera de resistencia?
Tengo 6 años en el medio picando piedra, pero te topas con personas que llevan 10 años y no pasa nada. Es cuando te cuestionas porque hay que comer, pagar una renta. El medio es injusto, ves compañeros que son súper talentosos, pero hay quien se rinde porque tocas puertas y duele que te digan que no muchas veces.
¿Cuáles son tus planes?
Vivir de la música. Me gustaría estar en el teatro musical y a largo plazo entrar a producción, estar en estudio con otros artistas, colaborar con ellos. Ya que termine la pandemia iniciar conciertos y presentaciones.
¿Se te ha ocurrido estar en un reality show?
No me veo en un reality. No tengo la personalidad. Tengo muchos amigos que han entrado. Ha de ser muy padre la experiencia, pero me gustaría que mi carrera fuera por trayectoria, no por un concurso.
Conozco muchos cantantes, buenos cantantes, y quedan fuera. A veces pasa que ganan. Es como llamarada de petate, y no pasa nada. Es muy arriesgado. Puede funcionar estar en una reality como promoción, pero para hacer una carrera y despegar, no creo que funcione.
¿Te pasa por la mente regresar a Mazatlán?
¡Claro! Hay mucha actividad en Mazatlán, la temporada de los americanos reactiva la economía y hay muchos grupos en restaurantes. Pero la verdad es que allá está la competencia, las productoras. Todo.
¿Dónde podemos escuchar tu nuevo material musical?
Estamos en todas las plataformas digitales. Filmamos en Mazatlán el sencillo “Escúchame”. Es una canción de agradecimiento. Estoy muy orgullosa de ser de Mazatlán. La gente de la Ciudad de México no lo entiende, pero aquí todo es mejor: la comida, el clima y hasta la forma de vivir es mejor ¡y es real! Yo quería hacer un homenaje a mi ciudad, por eso el video lo grabamos aquí. Tuvimos como locaciones la Plazuela Machado, el corazón del Paseo del Centenario y el Teatro Angela Peralta. La producción es totalmente mazatleca, la hizo Carlos Cervantes, que trabaja con la Arrolladora. Se hizo una convocatoria para los músicos mazatlecos que fueron parte del video.