El baile de los 41, la doble vida de la aristocracia porfirista

Este 19 de Noviembre se cumplieron 119 años de aquella redada donde se dio “el pitazo” a la policía conservadora de la Ciudad de México, donde 42 varones festejaban el baile anual de su pequeño y exclusiva club.
La clase alta y política de la ciudad estaba presente en la celebración que duró hasta la madrugada, por si fuera poco uno de los invitados al “Baile de los 42” era Ignacio de la Torre y Mier esposo de Amadita Díaz hija del Presidente en turno el General Porfirio Díaz.
Una producción impecable, los claro oscuros de la iluminación denotan la doble vida de estos personajes que en el día eran aristócratas casados con las mujeres mas cotizadas de la sociedad porfirista, pero de noche el lado mas humano de cada uno de ellos salía a la luz entre 42 integrantes que tenían en común vivir su homosexualidad de manera clandestina.
A través de fiestas, banquetes que reviven las celebraciones al Dios Baco la vida homosexual de la clase alta se definía entre el día y la noche, las bellas artes y los buenos vinos.
Las actuaciones de Alfonso Herrera, Emiliano Zurita son impecables y que decir de las locaciones mostrando la época en calles y el majestuoso Palacio Nacional lucen como si se hubieran transportado a 1901.
El personaje que lleva la carga del drama y las consecuencias de una época donde la homosexualidad era penada socialmente, es Amada Díaz protagonizada por Mabael Cadena que a lo largo de la película logra transmitir la decandencia que da la frustración y el olvido de un marido que olvidaba que tenía en casa una esposa que lo esperaba.
El baile de los 41, demuestra que en nuestro México existen miles de historias que contar a través del cine, actores deseosos de interpretar papeles sean un reto actoral.