Todo listo para el arranque de las Jornadas de Rock Sinaloa en línea

Con la participación de 18 bandas de rock en la entidad, seleccionadas mediante convocatoria, y la presencia de conocedores de la historia de este movimiento musical en Los Mochis, Culiacán y Mazatlán, a partir de este lunes 30 y hasta el viernes 05 de diciembre se llevarán cabo las Jornadas de Rock Sinaloa 2020, en línea. 

La identidad y las aplicaciones gráficas a dichas Jornadas, corren a cargo de Johana Carolina Limón Corrales, ganadora del Concurso de Cartel alusivo al tema.

Organizadas por el Instituto Sinaloense de Cultura con el respaldo de la Secretaría de Cultura a través del Apoyo a Instituciones Estatales de Cultura (AIEC) 2020, las actividades incluyen tres conversatorios y tres conciertos en línea, así como una exposición virtual y homenaje a Concho Beltrán Leyva. 

Todas las actividades se realizarán a las 18:00 horas, a través de la página en Facebook del Instituto Sinaloense de Cultura, por lo que podrán disfrutarse en todo el Estado, e inician el lunes 30 de noviembre, desde Los Mochis, con un conversatorio en línea sobre “La Historia del rock en Los Mochis”, con la participación de Óscar Romero, Jaime García y Gerardo Portillo, con Ricardo Portugal como moderador.

El martes 01 de diciembre, desde Mazatlán, de nueva cuenta va un conversatorio sobre “La Historia del rock en Mazatlán”, con la presencia de Martín Gavica, Mariano González y Jesús Alejandro Moreno, la moderación corre a cargo de Alejandro Mojica.

El miércoles 02 de diciembre se transmitirá un video documental y exposición virtual de portadas de discos de la Colección de Concho Beltrán, estudioso promotor del rock en Sinaloa y en el mundo, fallecido hace unos meses, y posteriormente se dará paso al conversatorio sobre “La Historia del Rock en Culiacán”, en el que participarán Nacho Domínguez, Saúl Búrquez y Javier Angulo, con la moderación de Alejadro Mojica.

Para el jueves 03 de diciembre, inician los conciertos en línea, este día a cargo de los grupos Demeins, Mitzé Maiz, Mames Vincent, Inerte, Mangle y Mochis Bendito, desde Los Mochis.

El viernes 04 de diciembre, toca el turno al rock mazatleco, con las bandas Piedras Muertas, Haikú, Xylvia, La Regadera Eléctrica, Alets Malafama Band y Afasia.

En tanto, el sábado 05 a la misma hora, toca el turno al concierto virtual de las bandas culichis Rotten Mutilation, Un Triángulo, Vaquero Kamikaze, Calavera, Coco y Last Breath.

Les recordamos que todas las actividades podrán disfrutarle en línea en este año atípico en que la pandemia ha obligado a la humanidad a usar intensamente las redes sociales para continuar su marcha en casi todos los rubros, y en el arte no ha sido una excepción.

Callos de “Luvina”

Por Juan Esmerio

Después de seis días de estancia en la Ciudad de México empiezo a pensar en mariscos. Pienso en los callos de lobina de los Sámano. No solo me imagino comiéndolos sino me veo bajo la sombra de la gran ceiba donde tienen su carreta. Me digo entonces que nuestra ciudad es única, que dudo que haya otro lugar del país donde pueda comer esa delicia. Estoy tan relajado ahí, en el vientre tibio del día, viendo en la acera las manchas de las flores que el viento de febrero ha tumbado, mientras me llevo el picadiente a la boca. 

La lobina es un pez de agua dulce. Su nombre deriva de lobo por su rapacidad para cazar. Sus colores (verde musgo con una franja blanca en el centro) se parecen de lejos al róbalo, especie de mar con la que se le compara. Hasta hace algunos años yo era de gustos ortodoxos y no me apartaba del callo de hacha, cuyo sabor me parece que apenas supera el abulón, esa cúspide de la cocina del mar. Así que dudé mucho antes de probar estos callos que se comen, entre otras ciudades de Sinaloa, en Culiacán, ciudad que aprovecha su vecindad con presas y ríos para proveerse del pez, uno de los pocos que, a pesar de su ferocidad —o por eso mismo—, es el macho el que cuida el nido y las crías mientras la hembra busca las profundidades para fortificarse luego de desovar.

Fui a dar a la carreta de los Sámano, la más ligera en esta ciudad donde hay algunas a las que se les podría enganchar un burro, porque estaba afuera de una imprenta. Un día me asomé y me llamó la atención la forma en cómo estaba cortado el pescado: en trozos grandes, cuadrados, de un color blanco, casi transparente. Me senté de inmediato y pedí una orden. El pepino y la cebolla —de un color morado que contrasta con los tronchos— es cortado de la misma manera: en rodajas grandes que le dan buena vista. 

Soy hijo de marisquero, y sé de las complicaciones prácticas de cocinar y servir en la calle, así que me deslumbró la higiene y rapidez con la que despachan el platillo. Carnes y vegetales vienen troceados desde casa, así que solo se dedican a servir, y a añadir sal, limón y pimienta. Yo prefiero que no le pongan sal a mi orden, pues me agrada darles una leve rociada de salsa de soya, no importa que la pulpa pierda un poco el color blanco inicial, otro de sus atractivos —lo mismo que la contundencia de su tamaño.

Voy a esa carreta (ubicada en Manuel Bonilla, casi esquina con José Aguilar Barraza) porque además me gusta lo que ahí se platica. Padre e hijo —y otros clientes— son hombres de monte y conocen mucho de animales, bosques y ríos. En sus conversaciones aprendo sobre el alimento que comen los venados, el tipo de flor que prefieren y la época del año en que esta se da. Y también cómo el macho empuja a la hembra por delante cuando están a punto de salir a un camino pisado por humanos —cazadores, la mayoría de las veces. Me agrada también oír sus correrías por cerros y cañadas. Estos hombres deben amar esos lugares para andar por ahí de noche, me digo, a como están las cosas en la montaña.

En mi vida de entrometido por las cocinas de los lugares que he pisado, me he encontrado con tres tipos de cocineros: los que te niegan una receta, los que te la entregan con la lista de los ingredientes, e instrucciones, incompleta y los que te la dan con lujo de detalles. El señor Sámano es de estos últimos: te dice cómo hacer los callos cuantas veces se lo preguntes. En el fondo sabe que nadie se tomará la molestia de cortar el filete de lobina con la pericia de un samurái (yo lo he hecho: es tardado y necesitas varios kilos porque los costillares son una lata). Y mucho menos que sus comensales metidos a cocineros les darán ese baño de sal y hielo —es el secreto— que le confiere consistencia a la carne. Vaya, capaz que no se animan ni a hacer ese agua chile que él consigue con solo moler chiltepines secos o verdes, según sea la temporada, en un molcajete y ahogarlos en agua; tal como lo hacía la gente del campo hace algunos años para acompañar, en ausencia de una buena salsa de tomate, o queso, los frijoles de la olla.

A ciertos clientes, fieles al cartílago paradisíaco del callo de hacha, no les gustan los callos de lobina. Quizá porque al final detectan ese sabor mineral a lecho de río. Yo ya no lo percibo. Incluso la como frita, algo que aprendí en el restauran La Finca de Cosalá. Me dice el señor Sámano que zarandeada su sabor es más delicado por el menor nivel de sal que hay en su cuerpo. Nada más no la empanicen, por favor, pues al ritmo que vamos solo sigue que, al estilo de Estados Unidos, empanicen el callo de hacha. 

(Algunos amigos me preguntan que de dónde viene el apellido de hacha de los callos. Es por la forma de la almeja cuyo músculo comemos: semeja la cabeza de un hacha medieval. Ese es el origen de su prosapia. Ojalá que un día, si la rapiña de la especie lo permite, los lectores vean esa almeja sembrada en las arenas del mar de Cortés. En Mazatlán es imposible hacerlo: al dragar el canal de navegación a mediados del siglo pasado se destruyeron esos bancos de almejas para siempre; y lo que fue un riquísimo banco de más tres millas en Teacapán sucumbió por el descuido con el que fue explotado en el primer lustro del nuevo milenio. Es aquella una de las imágenes más sugestivas, por su fuerte carga erótica, que yo haya visto en la naturaleza.)

Cuando el tedio de la oficina amenaza con asfixiarme, me refugio en esa carreta sin ruedas donde si lo deseo puedo acompañar mi aventura con un litro de cerveza (nunca más de ese límite). Al regreso mis amigas del Instituto me preguntan luego de saludarlas que de dónde viene ese olor a cebolla, y cuando les respondo que de unos callos excelentes, no me reprochan el tufo sino que no las haya invitado. Pero a ese lugar voy solo.

Yo me enamoré de la lobina hacia los años noventa, cuando la rondaba el fantasma del gnathostoma, una larva que incubaba este animal y que, en las personas, socaba la piel y otros órganos y que puede provocar la muerte. La larva es, en el cuerpo humano, migratoria y de gran movilidad y difícil de atrapar incluso cuando, tendido el paciente en la plancha del quirófano, la busca el cirujano. La hermana de un gran restaurantero de mariscos de la ciudad, aficionada a estos callos hasta el empacho, pescó el bicho y hubo que sacar del menú, como medida profiláctica, esta entrada de lujo que ellos bañaban en salsa de soya y servían en un plato hondo y rociada de chile chiltepín pulverizado, con la cebolla y el pepino de rigor. 

Un tanto desconfiado (raro en mí: a diferencia de los montañeses, tengo, como tantos hombres de playa, muy arraigada esa confianza natural en el prójimo, al que creo dispuesto a otorgar siempre lo mejor de sí, desde una buena charla hasta una cesta de fruta), en aquellos ayeres le pregunté al hijo del señor Sámano, atrincherado con los cuchillos en la mano tras la carreta que es capaz de abandonar para traerte una cerveza del expendio de enfrente:

—¿Son lobinas sanas?

—Claro. De lo contrario ya estaríamos enfermos nosotros: diario comemos esto -me contestó-, sin dejar de mirarme a los ojos.

En la Universidad Autónoma de Sinaloa ya tienen un medicamento contra la enfermedad. Toco madera: espero no necesitar los servicios de la doctora Silvia Paz, especialista en la materia. Además, me cuenta mi amiga Aurora Quiñonez, videasta que ha tratado el tema, que a la larva se le ha mantenido a raya durante los últimos años. Incluso la doctora Paz ha patentado un medicamento.

De la lobina también se hace un ceviche apenas menos rico que los callos. Yo supe que era cliente mimado —parcela que trato de cultivar en los lugares donde voy a comer— cuando una vez llegué y pedí una tostada (que sirven al estilo Culiacán: en un plato hondo, con las tostadas aparte) y, como aquel ya se había acabado, sacrificaron unos trozos de los destinados a los callos y me hicieron uno ahí mismo. Espero no ratificar mi membrecía con ese privilegio que el señor solo dispensa a unos pocos: pedir fiado.

Nada más ajeno a la obra de Juan Rulfo que un pez, en particular en el cuento “Luvina”. Pero a la sabrosura que es la lobina para el paladar, también podemos añadir la del oído (ese sueño de los cocineros asiáticos: que todos los sentidos participen de un banquete), así que no pude reprimir el juego de palabras del título. Ojalá no confunda a mis lectores. Si es así espero que la duda la disipen pronto en la carreta de los Sámano, donde además se sirven otras sabrosuras de las que por ahora prefiero no hablar; no resistirían mis glándulas salivales seguir hablando de la carta que, como todos los marisqueros de carreta, padre e hijo te dicen de viva voz en tono firme tan pronto te sientas a su mesa.

Yo voy con ustedes.

El baile de los 41, la doble vida de la aristocracia porfirista

Este 19 de Noviembre se cumplieron 119 años de aquella redada donde se dio “el pitazo” a la policía conservadora de la Ciudad de México, donde 42 varones festejaban el baile anual de su pequeño y exclusiva club.

La clase alta y política de la ciudad estaba presente en la celebración que duró hasta la madrugada, por si fuera poco uno de los invitados al “Baile de los 42” era Ignacio de la Torre y Mier esposo de Amadita Díaz hija del Presidente en turno el General Porfirio Díaz.

Una producción impecable, los claro oscuros de la iluminación denotan la doble vida de estos personajes que en el día eran aristócratas casados con las mujeres mas cotizadas de la sociedad porfirista, pero de noche el lado mas humano de cada uno de ellos salía a la luz entre 42 integrantes que tenían en común vivir su homosexualidad de manera clandestina.

A través de fiestas, banquetes que reviven las celebraciones al Dios Baco la vida homosexual de la clase alta se definía entre el día y la noche, las bellas artes y los buenos vinos.

Las actuaciones de Alfonso Herrera, Emiliano Zurita son impecables y que decir de las locaciones mostrando la época en calles y el majestuoso Palacio Nacional lucen como si se hubieran transportado a 1901.

El personaje que lleva la carga del drama y las consecuencias de una época donde la homosexualidad era penada socialmente, es Amada Díaz protagonizada por Mabael Cadena que a lo largo de la película logra transmitir la decandencia que da la frustración y el olvido de un marido que olvidaba que tenía en casa una esposa que lo esperaba.

El baile de los 41, demuestra que en nuestro México existen miles de historias que contar a través del cine, actores deseosos de interpretar papeles sean un reto actoral.

Gambito de Dama la serie de la jóven Ajedrecista

La serie más existosa de Netflix recién estrenada en el mes de Octubre, promete ser una de las series con mayor audiencia en el 2020.

La vida de una joven ajedrecista Elizabeth Harmon, una huérfana de 10 años que ingresa a un orfanatorio después de la muerte sorpresiva de su madre.

A pesar de estar en completa soledad, Beth sobrevive a la orfandad gracias a la amistad que surge entre el conserje del lugar quien descubre su habilidad en el ajedrez en los primeros juegos.

Inicia una compleja complicidad con el tablero, el alcohol, antidepresivos y las piezas del ajedréz que la llevan a la gloria y a sus propias sombras más oscuras de un pasado que la acecha en cada momento.

Dentro del caos de una adolescente en una época en pleno apogeo del rock and roll, la liberación sexual, drogas y una infancia no superada por el suicidio de su madre, Beth Harmon encuentra el orden y la resiliencia en un juego que solo es apto para grandes estrategas.

El ex alcalde Gerardo Rosete busca contender por la Alcaldía en el 2021

Recientemente se ventiló por redes sociales el interés por contender por la alcaldía de Mazatlán el ex diputado y ex alcalde Gerardo Rosete. Con imágenes donde se puede apreciar el roce con diversos personajes de la política del estado, Rosete cambia de camiseta del PT para ser el próximo candidato por Morena para las elecciones que se realizarán el próximo 4 de abril del 2021.

El ex funcionario no es del todo ajeno al movimiento que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador, estando al frente de la dirigencia nacional del PRD, Gerardo fue candidato a la presidencia municipal con buenos resultados en 1998 logrando el registro del partido en el estado.

Posteriormente invitado por el PT contendió por la diputación por el distrito XIX logrando ser el primer diputado del partido en el congreso del estado en el 2001.

El día de ayer el pre candidato se presentó a los medios de comunicación, donde recalcó que su experiencia en la política es de vital importancia para poder llevar una administración pública con toda la experiencia y el tacto que se necesitan para solucionar los problemas que actualmente no se resuelven en la ciudad.

El político cuenta con alta popularidad por su negocio que lo llevó a retirarse de los escenarios políticos y emprender una nueva etapa en su vida “Lalo´s Birria” cuenta con dos sucursales de los cuales el personaje del servicio público Gerardo Rosete siempre sale a relucir en comentarios con clientes y amigos que degustan del menú.

Estas elecciones los ciudadanos sinaloenses votarán para cambio de Gobernador, 18 alcaldías, 24 diputaciones de mayoría relativa y 16 de representación proporcional.

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Finaliza el ciclo de biografías animadas con “Un día más con vida”

Este sábado 28 de noviembre a las 6:00 de la tarde en Casa Haas finaliza el Ciclo: “Biografías animadas” con la proyección de la película “Un día más con vida” (2018) del director Raúl de la Fuente, ganadora del Premio Goya a mejor película animada y del Premio de la Audiencia en el Festival de Cine de San Sebastián.

El filme está basado en el libro homónimo de Ryszard Kapuściński, uno de los periodistas más renombrados del siglo 20, quien recibió elogios de todo el mundo por su prosa literaria y su fascinante cobertura de conflictos en distintas regiones del mundo.

En esta adaptación la animación se mezcla con el documental para revivir vívidamente la historia de las primeras etapas de la Guerra Civil en Angola. Desde las primeras escenas hay una inmersión vertiginosa en las calles de Luanda, donde las posibilidades que ofrece la animación nos llevan a estados oníricos donde pesadillas, sueños y realidad se funden en una extraordinaria reflexión.

Edificios y recuerdos flotan en un intento de recordar vidas desperdiciadas o desplazadas, recuerdos del periodista polaco para no olvidar nunca a la comandante Carlota.

La película se proyecta en su idioma original, inglés, con subtítulos en español.

Templum Ensamble un experimento musical de sensaciones y estética

El Festival Cultural Mazatlán 2020 se caracteriza por ofrecer al público una cartelera amplia, con eventos de calidad, y sobre todo dar oportunidad a nuevos talentos con tendencias modernas en la cultura y las artes, este sábado 28 de noviembre el majestuoso Teatro Ángela Peralta será el escenario para albergar a Templum Ensamble.

Será a partir de las 20:00 horas cuando inicie el evento gratuito, allí los músicos harán que el público experimente nuevas sensaciones estéticas a través de la escucha libre y borrar las barreras entre lo musical y lo sonoro.

Los boletos gratuitos se otorgarán en la Taquilla del Teatro Ángela Peralta de lunes a viernes en horario de 12:00 a 19:00 horas, mientras que el sábado permanece abierta de 10:00 a 14:00 horas.

Templum Ensamble es un colectivo de músicos mexicanos que busca generar nuevas maneras de dialogar con el público fuera de los esquemas tradicionales de concierto, fortaleciendo el vínculo con la música de su tiempo. Sus programas en diversos formatos como solos, dúos, cuarteto de cuerdas, ensamble de percusiones, quinteto de alientos u orquesta de cámara, expandiendo los límites auditivos de las salas, teatros y espacios públicos donde se presenta.

Entre las obras que interpretarán en la noche destacan “Objeto imaginario a”, “Repentización número 2”, ambas creaciones de Víctor Osuna, así como “Retrato de Walter Lärmer”, inspiración de Wilfrido Terrazas.

José Ángel Tostado Quevedo, Director General del Instituto de Cultura, indicó que para diciembre se seguirá promoviendo, así como produciendo eventos con la misma intensidad, pasión y calidad, para hacer de Mazatlán un referente en las bellas artes, tal como lo indicó el Alcalde Químico Luis Guillermo Benitez Torres.

Viernes al Son de mi Tierra con el Ballet Folclórico de Cultura Mazatlán

El viernes 27 de noviembre a las 8:00 de la noche en el Teatro Ángela Peralta, el Festival Cultural Mazatlán 2020 del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán tendrá uno de sus grandes eventos a través de “Al son de mi tierra”.

El Ballet Folclórico del Instituto Municipal de Cultura, bajo la dirección del maestro Javier Arcadia, ofrecerá una selección de sones veracruzanos, jaliscienses y sinaloenses para mostrar el carácter pícaro, vibrante y festivo de México a través de un programa centrado en bailables costumbristas.

De esta forma, “Al son de mi tierra” proyectará la magia ancestral que los mexicanos han sabido imprimir a sus danzas, vestuarios y a su música a lo largo del tiempo, una herencia cultural que, en Mazatlán, se ha cultivado con orgullo y emoción gracias al trabajo del maestro Javier Arcadia y, desde luego, a la pasión y disciplina de los bailarines y bailarinas del Ballet Folclórico de CULTURA.

Los boletos para el “Al son de mi tierra” tienen un costo de 200 pesos y pueden conseguirse en la taquilla del Teatro Ángela Peralta de lunes a viernes en horario de 12:00 a 7:00 de la tarde, y los sábados de 10:00 de la mañana a 2:00 de la tarde. Mayores informes en el teléfono 9 82 44 46. Ext.103.

Los Sick Toys Crew en el Museo de Arte de Mazatlán este viernes

Este viernes 27 de noviembre, a las 19:00 horas, en el Museo de Arte de Mazatlán se presenta el grupo de artistas urbanos Sick Toys Crew, fundado en 2013 por Alexis Lizárraga, artista escénico que inició su carrera como bailarín profesional de danza urbana, que en conjunto llega con el espectáculo “Expresarte”.

“Expresarte” se basa prácticamente en exponer el potencial de sus artistas a través de una presentación de 15 minutos creada para motivar e inspirar a las nuevas generaciones de bailarines.

El espectáculo reúne también tres clases gratuitas, que constan de actividades físicas y recreativas con el fin de mejorar la calidad de movimiento de los presentes, ya sea en principiantes o avanzados.

Como parte del evento se agrega también una batalla de exhibición con ocho de los mejores artistas urbanos del Estado, quienes serán seleccionados por su destacado desempeño dentro de la escena.

Para finalizar el evento, SickToysCrew tendrá como invitado a un Dj que ambientará el círculo llamado cypher, que conlleva a un diálogo utilizando diferentes dinámicas dentro de la danza.

Cabe recordar que cada uno de estas agrupaciones fue seleccionada mediante convocatoria para formar parte tanto de ANIMARTE 2020 como de la Temporada Cultural de Otoño 2020, emisiones respaldadas con recursos federales del Programa de Apoyos a la Cultura en su vertiente Apoyos a Instituciones Estatales de Cultura (AIEC).

Este evento tendrá un cupo limitado a 30 personas. Aquellas que deseen apartar su lugar, deberán mandar correo electrónico a museoartemazatlan@culturasinaloa.gob.mx

Antonio Coronado será homenajeado en “Poetas en la Haas”

Este jueves a las 7:00 de la noche el programa “Poetas en la Haas” rendirá homenaje a uno de los poetas y promotores culturales más destacados de Sinaloa: el mazatleco Antonio Coronado.

Desde 1992, Coronado ha mantenido el Festival Internacional de las Artes Navachiste, un encuentro realizado en Isla de los Poetas, Bahía de Navachiste, Guasave, que ocupa un lugar destacadísimo en la historia cultural de Sinaloa.

Esta noche, un grupo de escritores y escritoras mazatlecos que incluyen a Lupita Veneranda, Geovanni Osuna, Silvia Michel, Alma Vitalis, Paula Calzada y Faith Muñoz celebrarán con una lectura los incansables trabajos del maestro Antonio Coronado para mantener activo el fuego de la poesía.

La entrada a “Poetas en la Haas”, una iniciativa en conjunto del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán y Centro Cultural Bauprés, es gratuita.

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